@pablojair
+ La neta, les falló la estrategia en el Congreso de Energía.
+ Ya no tiene permiso “Zeus” para operar en Veracruz.
+ El Rey Carlos III ya ha visitado tierras jarochas.
Se nos fue Chabelita y Marciano; no somos nada, chingau
—Chopenjawer
Por años el cuerpo élite de la policía civil fue la Policía Federal de Caminos (PFC), que eran los más preparados y cuya escuela era de las mejores de Latinoamérica.
Dependiente primero de la entonces poderosa Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), los civiles comenzaron a militarizarse cuando el entonces presidente priísta Ernesto Zedillo creó la Policía Federal Preventiva (PFP), que comenzó a desarticular la prestigiada escuela de los PFC para comenzar a poner militares en mandos y tropa.
En los años de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón entra a los organismos policiacos el superpolicía del panismo Genaro García Luna, pero también se desata la violencia del narco por el ascenso que tuvo Joaquín “El Chapo” Guzmán, de quien siempre ha estado la sospecha de que fue ayudado a escapar en el sexenio de Fox para empoderarse con el de Calderón, apoyado precisamente por García Luna.
Se agudizó la violencia en las calles porque Felipe Calderón sacó con todo al Ejército y a la Marina a las calles para hacerle la guerra a los cárteles del narco (curiosamente, beneficiando al Cártel del Pacífico del “Chapo”, que se hacía más poderoso). En Veracruz se creó hasta la Policía Naval como un recurso desesperado para tener una policía de tipo militar en las calles haciendo labores de policías preventivos, pero fue un fracaso que incluso manchaba la imagen de la Marina, sobajada a detener borrachos y atender problemas domésticos.
Se puede decir entonces que quienes iniciaron la oleada inusitada de violencia fueron los que hoy arengan con que no quieren al Ejército ni a la Marina en las calles, todo por llevar la contraria de llevar a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Y la verdad es patético: los que ayer aplaudían la “guerra” de Calderón con el Ejército y Marina metidos a balaceras en plenas zonas urbanas, hoy resulta que están “espantadísimos” de que sean las fuerzas armadas las que permanezcan en las calles. Quienes decían que Calderón tenía las agallas para enfrentar al narco con los soldados y marinos, ahora resulta que están muy indignados por la “militarización” del país.
El tema de la Guardia Nacional ha dividido a la clase política opositora por una sencilla razón: hay quienes simplemente sólo llevan la contraria del gobierno en turno sólo por joder (caso PAN y PRD), y hay quienes están siendo más razonables como en el caso de los priístas.
Que si están apretando de los tanates a Alito, su dirigente nacional, ese ya es otro tema, pero no cambia el fondo de la cosa: se trata de un asunto de seguridad que no se termina de componer y que necesita forzosamente de las dos instituciones en las que más confían los mexicanos: el Ejército y la Marina.
O sea, no se puede ser tan mezquino para poner un tema serio en la agenda politiquera de los partidos de oposición. La situación de seguridad no se termina por componer y ahí están estados como Zacatecas, Guanajuato, Sonora, Colima, Jalisco, Guerrero, entre otros, metidos en grandes broncas de inseguridad.
Y es cierto: durante años el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador criticó la medida de sacar al Ejército y Marina a las calles para combatir al narcotráfico creciente, pero echar para atrás todo dejaría en indefensión al país… ¿O a poco cree que una cabecera municipal con 10 tristes policías con una trinche pistolita va a poder enfrentarse a una célula de drogadictos fuertemente armados con rifles de asalto de alto poder o rifles Barrett?
Mire, los mismos priistas comentan que están en contra de la militarización; que incluso están en desacuerdo con la incorporación de la Guardia Nacional a la Sedena, pero están conscientes de que en un año la GN no estará preparada para enfrentar la inseguridad y necesita del acompañamiento de las fuerzas armadas.
Un día después de que el Ejército y la Marina regresen a los cuarteles, nos vamos a levantar en un país con más descontrol e impunidad, ¿y quiénes serán señalados por no permitir el acompañamiento a la Guardia Nacional en su proceso de fortalecimiento y armonización legal en todo el país? Los partidos de oposición.
Y es que la alianza “Va por México” podrá ser un proyecto en conjunto del PRI, PAN y PRD, pero eso no necesariamente significa que deban coincidir en todo, menos en un tema tan serio como es la seguridad de un país, de un estado, de un municipio.
La realidad es que para muchos políticos es muy cómodo ver desde su curul, escaño, escritorio, sofá, mesa de café o lo que sea, opinar y decir “esto está mal y pinche militarización, wee”, pero vayan y pregunten a los alcaldes (los primeros respondientes de la seguridad) si necesitan o no del apoyo de las fuerzas armadas ante el embate de la delincuencia organizada.
Ya si de plano esos críticos de la “militarización” están en desacuerdo, pues háganle como dice el Coronel Jessep en “Hombres de Honor”: toma una arma y defiende un puesto; o sal al “topón” con los malandros, si eres tan machito, machita o “machite”… pero no estés de hocicón.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Que en lugar de sentar hasta adelante a todos los políticos, burócratas y empresarios en la Cuarta Transformeishion, hubiese estado más chido si sentaban hasta adelante a la “chaviza” que llevaron al Congreso de Energía y esto hubiese sido más ad-hoc con los lineamientos del presidente de sentarse con el pueblo… Imagínense la cantidad de celulares de los chavos que estaban ahí listos para tomarse una foto o subir el video con la secretaria de Energía, con el gober, con el director de CFE, con la Buenrostro, los mismos que en un año van a ser votantes y que además serán los futuros ingenieros u obreros, que podrían estar trabajando en las paraestatales o en empresas vinculadas con el tema energético… Tuvieron una oportunidad de oro, pero la desperdiciaron… La soberbia es muy mala consejera. Al tiempo.
OTRA NOTA: Después de 15 años de operar alrededor de dos mil parquímetros, en julio pasado venció la concesión otorgada a la empresa Zeus Monitoreo Vial, por lo que en este momento es ilegal y un acto de corrupción cobrar por aparcamiento en las calles de la ciudad y puerto de Veracruz, advirtió el diputado local Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), del Congreso local… El Legislador de Morena recordó que desde el 2007 una empresa privada opera y cobra el aparcamiento en calles del puerto, en sociedad con las autoridades municipales, tiempo en el cual la ciudadanía desconoce en qué se ha ocupado lo recaudado… En un mensaje a la ciudadanía porteña, Gómez Cazarín precisó que el pasado 1 de julio venció la autorización del Congreso local para otorgar en concesión la operación de parquímetros a la empresa privada Zeus Monitoreo Vial, por lo que desde hace dos meses ya no tienen derecho a cobrar ni mucho menos a inmovilizar vehículos.
LA ÚLTIMA PORQUE UNA GUITARRA BLANCA TRISTONA: En tiempos de Miguel Alemán Velasco como gobernador, el entonces príncipe de Gales e hijo de la Reina Isabel II visitó el Puerto de Veracruz y el Museo de Antropología de Xalapa… Anduvo dando el rol con el entonces mandatario estatal por el malecón (hacía un calor de los mil diablos, por cierto) y de fondo estaba una flamante embarcación inglesa que parecía salida como de los juguetes de GI-Joe, pero en tamaño real, que en verdad minimizaba el buque de la Marina Nacional, que se veía “patito”… Por esta visita se recuerda que “secuestraron” con todo un operativo policiaco unas piezas arqueológicas olmecas en San Lorenzo Tenochtitlán, municipio de Texistepec, para traerlas al Museo de Antropología de Xalapa y presumirlas como partes de una nueva exhibición. Esas piezas son los “jaguares” y los “gemelos”, que se encuentran todavía en la entrada de dicho museo… En una de esas hasta regresa Don Charlie ya investido como Rey y va por unas nieves del “güero-güero”… Igual y no, ya ve que la 4T no le cae eso de la monarquía, aunque no sea en tierra propia.